Claves para conducir con viento
El viento es uno de los fenómenos atmosféricos que más complican la conducción y una de las situaciones más peligrosas que se pueden dar en las carreteras por su impredecibilidad. Un peligro invisible que suele aparecer con fuerza y desestabilizar el coche.
Según la DGT, después de la lluvia y la niebla, es el fenómeno meteorológico que está detrás de más accidentes invernales. De hecho, a este elemento se le atribuyen el 5% de los accidentes con mal tiempo.
Prevenir una ráfaga de viento es prácticamente imposible, porque se producen de forma inesperada. Por lo tanto, lo que tiene que hacer el conductor una vez que se ve afectado es mantener la calma en la medida de lo posible y recordar estos 5 puntos:
Reducir la velocidad
Desde la DGT aconsejan aminorar la velocidad, pero mantener la suficiente potencia. Reducir a una marcha inferior para tener mayor capacidad de respuesta del motor. De esta manera se consigue mantener la trayectoria del coche y el agarre al asfalto.
Conocer la dirección del viento
Observar la vegetación, las mangas de viento de las autovías o los materiales arrastrados que hay en la carretera, ayuda a conocer cuál es la dirección del viento y su intensidad. Un factor importante para que el conductor pueda reaccionar con más tiempo y acierto.
Aumentar la distancia de seguridad
Es aconsejable aumentar la distancia de seguridad con respecto al resto de vehículos, tanto la distancia frontal como la lateral. De esta manera el tiempo de reacción del conductor ante cualquier percance que se pueda dar es mayor.
Sujetar el volante con firmeza y evitar movimientos bruscos
Hay que sujetar el volante con ambas manos para mantener la trayectoria deseada, especialmente al realizar adelantamientos. Además, es aconsejable mantener una suave presión contra la dirección del viento y no hacer movimientos bruscos para evitar bandazos.
Cuidado con los adelantamientos y los túneles
Hay que sujetar el volante con ambas manos para mantener la trayectoria deseada, especialmente al realizar adelantamientos. Además, es aconsejable mantener una suave presión contra la dirección del viento y no hacer movimientos bruscos para evitar bandazos.
Los lugares más peligrosos por la posible presencia de viento lateral son los puentes, el final de las veredas de los bosques y las salidas de túneles. Para evitar llevarnos un susto en alguna de estas circunstancias lo más importante es anticiparse y moderar la velocidad.
Eugenio Aragoneses Durán – Departamento de Comunicación de CEA
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