Los trucos para conducir que te convertirán en un experto

Muchos son los que se preguntan: ¿Cómo conducir un coche? Y aunque conducir en sí no es una actividad complicada, existen algunos trucos que mejoraran tus habilidades al volante y te convertirán en un conductor más hábil.

En un primer momento debemos darnos cuenta de que no se trata solo de saber controlar un coche, si no de saber aprovechar cualesquiera que sean las ventajas de las que disponemos. Por ello te recomendamos seguir estos consejos para conducir que te van a venir muy bien.

Realizar una conducción preventiva

La prevención es un aspecto clave en la conducción, por ello hay que asegurarse que disponemos de todo lo necesario para adelantarnos a cualquier posible situación de riesgo.

• Aprovechar los retrovisores para vigilar todos los puntos ciegos: Muchos de los siniestros se producen por culpa de la falta de visibilidad, especialmente con motos, bicis o incluso niños pequeños. Por ello es fundamental mirar por los espejos retrovisores con mucha frecuencia y asegurarnos de que no se nos escapa nada. La mejor manera de colocar los retrovisores es:

  • Los retrovisores laterales deben reflejar solo la cuarta parte trasera de nuestro coche.

  • El retrovisor interior debe mostrar la luna trasera del coche de manera a que su imagen esté completamente centrada en el reflejo.

• Tener una postura correcta al volante: No se trata solo de estar sentado correctamente, sino también de tener las manos correctamente colocadas y así obtener un mayor control. Aunque creamos que esto no es importante, en realidad la colocación de las manos nos permite controlar mucho más rápido nuestro vehículo en caso de que surja una situación inesperada y a su vez que nuestros brazos se cansen menos. De ahí que se recomienden las siguientes colocaciones como si se tratase de indicar la hora en un reloj: Las 2 menos 10, las 3 menos 15, las 8 y 20.

• Adecuar la velocidad a la vía y a los demás usuarios: No tiene sentido que si la velocidad de la marcha es de 90km/h, circulemos a 120 km/h. Siempre es conveniente adecuar la velocidad a la densidad del tráfico. Igualmente importante es procurar no acelerar ni frenar y mantener siempre una velocidad constante que no perturbe la circulación. Además, con ello conseguiremos que nuestra conducción sea más cómoda y eficaz.

• Realizar un curso de conducción o de seguridad vial: Algo que ayuda muchísimo a la prevención de accidentes de tráfico. Cuanto más preparado estés a la hora de salir a la carretera, más segura será tu conducción y mayor seguridad aportarás a los demás usuarios de la vía.

Emplear técnicas de conducción

Muchos cursos de conducción te ayudarán a mejorar tus técnicas y te aportarán conocimientos para afrontar situaciones de peligro. De hecho, muchos conductores se apuntan a realizar una especialización para mejorar sus técnicas de conducción. Además muchas de estas técnicas te permiten no solo saber reaccionar si no también, practicar una conducción eficiente.

Algunas de las técnicas de conducción más eficaces son:

• Usar el “punta tacón”: Este truco consiste en pisar el freno con la punta del pie derecho y acelerar con la punta del mismo pie. Con ello conseguimos reducir el tiempo para cambiar de marcha e impedimos la descarga de las ruedas traseras. Esta técnica nos permite disminuir la velocidad rápidamente y de forma suave antes de meternos en una curva.

• Frenar con el freno de mano: Aunque a la hora de conducir no tengamos necesidad de hacerlo, conviene saber que gracias al manejo del freno de mano podemos hacer un cambio de sentido, de manera brusca pero efectiva o incluso frenar de manera más contundente. Además, en caso de emergencia también puede resultar útil. Aunque es cierto que tanto para la técnica del “punta tacón”, como esta, es necesario tener muchas práctica y experiencia al volante.

• Dominar la técnica del aparcamiento: Aspectos como el espacio para aparcar, la acumulación de vehículos o las prisas, pueden hacer que nuestro aparcamiento sea mucho más complicado de lo que debería. En realidad es muy sencillo. Si aparcamos del lado derecho tenemos que asegurarnos que en nuestro retrovisor (el del lado del conductor) veamos el faro derecho del coche que se encuentra detrás; y viceversa en el caso de aparcar del lado izquierdo.

• Controlar el subviraje y el sobreviraje: Hay que tener cuidado con esta técnica de conducción, sobre todo si el asfalto está mojado y deslizante. Con el subviraje lo que conseguiremos será que las ruedas delanteras pierdan adherencia por ir a mayor velocidad y en el sobreviraje sucederá lo mismo pero con las ruedas traseras. Dependiendo de cuál de las dos utilicemos, veremos si nos abrimos más en la curva (subviraje) o menos (sobreviraje).

• Frenar con el pie izquierdo: Mientras la mayoría utiliza el pie derecho tanto para el acelerador como para el freno, en casos de emergencia se puede frenar con el pie izquierdo. De hecho la técnica consiste en acelerar y frenar al mismo tiempo. Con ello conseguimos que el tren trasero frene y derrape, mientras que las ruedas delanteras seguirán tirando del vehículo por tener pisado el acelerador. Con ello realizaremos un subviraje que es necesario controlar.

Con todo ello recordamos que si quieres mejorar tus técnicas de conducción, realices un curso de conducción y no intentes realizar estos trucos sin supervisión. Si bien, la conducción preventiva solo requiere de tu carácter y de ser responsable al volante. Ambos aspectos son complementarios y sumamente útiles para ser un excelente conductor.

Beatriz Martínez Larrucea – Departamento de Comunicación CEA

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