Aunque el tráfico disminuye en un 60 % durante la noche, el 42 % de los accidentes mortales ocurre en estas condiciones. A pesar de ello, muchos conductores prefieren conducir en horario nocturno, atraídos por la idea de menor congestión. Pero, ¿es realmente una decisión acertada? Analicemos esta creencia.
No todos los jóvenes conducen de la misma forma, y mucho menos tienen la misma actitud al volante. Sin embargo, unas costumbres de ocio extendidas relacionadas con la conducción nocturna o el consumo de alcohol, entre otras, pueden ser factores de riesgo cuando conducen.
No todos los jóvenes conducen de la misma forma, y mucho menos tienen la misma actitud al volante. Sin embargo, unas costumbres de ocio extendidas relacionadas con la conducción nocturna o el consumo de alcohol, entre otras, pueden ser factores de riesgo cuando conducen.
En algún momento de nuestra vida, muchos hemos podido pensar que entre conducir de día y de noche no hay diferencia, pero nada más lejos de la realidad.
¿Sabía que el 90% de la información que necesitamos para conducir la recibimos a través de nuestra vista? Mientras se conduce la visión es esencial ya que se ve obligada a adaptarse rápidamente a un entorno que por la velocidad cambia más rápido que en condiciones normales (andando, corriendo).
El sueño es una de las actividades a las que el ser humano dedica un tercio de su vida ya que es imprescindible para el correcto funcionamiento psicofisiológico.