Cómo conducir seguro en invierno
Hielo, lluvia, nieve, granizo, y de noche a las 18 horas; así es el invierno. A pesar de que a todo el mundo le afecta, los automovilistas lo tienen aún más difícil si cabe y quizá no conozcan qué hacer si circulando por carretera se desata un temporal.
En muchos casos, un temporal nos puede sorprender de forma fortuita, con el consiguiente riesgo de sufrir un accidente de tráfico por no actuar como exigen las recomendaciones, o incluso, no llevar los accesorios adecuados para circular por un pavimento cuya adherencia es mínima.
Fundación CEA ofrece una serie de consejos para no quedarse atrapado en la carretera de por montaña, puertos, zonas de nieve o con bajas temperatura, para saber cómo adaptar la conducción al tipo de climatología adversa y cómo hacerlo según el tipo de vehículo que llevemos.
Consejos conducción
Es fundamental que durante la época invernal tengamos el vehículo a punto y preparado ante cualquier imprevisto que pueda suceder.
-
Revisar el vehículo: Antes de emprender el viaje debemos ser conscientes de que nuestro coche se encuentra en las condiciones adecuadas para circular con temporales. Fijarnos en el sistema de refrigeración, los niveles de líquido anticongelante (añadir también al líquido limpiaparabrisas), aceite, líquido de la dirección, comprobar que los neumáticos ofrecen un dibujo estable y óptimo para el agarre en superficies poco adherentes, así como el alumbrado, frenos y escobillas.
-
Uso del cinturón de seguridad: Debemos hacer uso de este sistema de seguridad y en caso de nieve o hielo aún más, ya que la falta de adherencia en estas situaciones puede provocar una pérdida de control en nuestros vehículos y ser desplazados por el habitáculo del coche de un lado a otro en caso de colisiones.
-
Conducir con suavidad: Tenemos que adecuar la velocidad a las condiciones meteorológicas para circular de forma segura, y no realizar cambios de dirección o volantazos. Si realizamos giros con suavidad, es más difícil perder el control de nuestro coche. Por el contrario, si tuviésemos que realizar un giro de volante brusco o rápido, el vehículo comienza a realizar subvirajes, y debemos corregir la dirección realizando movimientos armónicos de un lado a otro hasta detener el vehículo. Nunca debemos intentar frenar con las ruedas fijas, ya sea rectas, hacia la izquierda o a la derecha.
-
Mantener distancia de seguridad: Es importante circular con una distancia de seguridad amplia, y adecuarla a la velocidad de marcha con el vehículo que nos precede. En situaciones de climatología adversa, la distancia debe aumentar considerablemente, ya que el tiempo que tardamos en detener el vehículo, sobre nieve o hielo, es mucho mayor que en seco.
-
Uso de cadenas o neumáticos de invierno: Debemos equipar nuestro vehículo con cadenas o neumáticos de invierno cuando circulemos por carreteras de montaña, o vías cubiertas por nieve o hielo con adherencia inexistente. Ante situaciones de riesgo, la autoridad competente puede prohibirnos la circulación en caso de no disponer de dichos dispositivos.
Existen muchos tipos de cadenas para nieve, y CEA ofrece detalle de cómo usarlas correctamente, o cómo hacer el montaje y desmontaje.
-
Iluminación: Favorece nuestra visión así como la de ser vistos por otros conductores, y recomendamos el uso de las luces antiniebla o de largo alcance evitando el deslumbramiento.
-
Equipamiento: Recomendamos llevar en el vehículo con una linterna, un par de mantas, chalecos reflectantes, abrigos que incluyan reflectores, vestimenta cómoda, rascador para quita el hielo de los cristales congelados y sino debemos rociar el cristal con alcohol de quemar y rasque con una tarjeta de crédito.
-
Otras recomendaciones: Consultar el estado de las carreteras previo al viaje, llenar el depósito, al aparcar dejar los limpiaparabrisas levantados para evitar que el peso de la nieve los rompa, si aparca y va a nevar no poner el freno de mano sino una marcha metida, utilice el climatizador o aire acondicionado con aire caliente para evitar que se empañen los cristales por el cambio de temperatura interior/exterior, y si se congela la cerradura, debemos calentar la llave con un mechero e introducirla lentamente.
Conducción según el tipo de meteorología adversa
Con lluvia
Es probable que en la época invernal las lluvias sean abundantes, por lo que es recomendable circular lentamente y en primera por una zona anegada por agua, para evitar que el motor se moje y se pare. Debemos tenga especial cuidado con los frenos ya que no suelen funcionar correctamente cuando las ruedas están empapadas. Evitar tramos inundados y si el agua llega más allá de las rodillas abandonar el vehículo. Ante el efecto aquaplaning (deslizamiento y descontrol del coche) hay que levantar suavemente el pie del acelerador y sujetar con fuerza el volante, pero nunca frenar. Si la lluvia no es tan fuerte, tener en cuenta que las primeras gotas mezcladas con el polvo y la suciedad de la calzada convierten el firme en deslizante, por lo que hay que conducir con mucha precaución, aumente la distancia de seguridad entre los vehículos y reducir la velocidad.
Con niebla
Lo primero que se debe hacer es aumentar la distancia de seguridad, reducir la velocidad, encender las luces antiniebla y circular fijándose en las líneas de la carretera. Si circulamos con lluvia o niebla, no hay que acercarse al vehiculo precedente para evitar el "efecto spray" (la lluvia pulverizada y sucia va a parar a tu parabrisas). Y siempre, aumentando la distancia de seguridad y encendiendo las luces antiniebla.
Con viento
Cuando el viento sopla excesivamente fuerte, debemos aminorar la velocidad del vehículo y sujetar con firmeza el volante, especialmente si se está adelantando a un vehículo de gran tamaño. En estas situaciones, mantener un elevado número de revoluciones en el coche para que la fuerza del motor ayude a mantener la trayectoria.
Conducción según el tipo de vehículo
Todo Terreno
Si se conduce un todo terreno en condiciones adversas se deben evitar los vadeos (pasos por agua), y sino queda más remedio tener en cuenta estos consejos:
Inspeccionar el punto de entrada. La profundidad de un río se sabe analizando los rizos del agua al chocar con el fondo. Si no hay rizos, es una zona profunda.
-
Poner siempre las marchas cortas.
-
Si la corriente es fuerte, atar el coche con una eslinga al vehículo de detrás.
-
Al salir del agua, hay que secar los frenos realizando frenadas cortas, rápidas e intermitentes.
-
Ante una zanja, lo mejor es pasarla en diagonal y muy lentamente.
-
Si circulamos sobre barro es importante frenar con mucha suavidad y anticipación. El sistema antibloqueo de frenos ABS puede convertirse en uno de nuestros peores enemigos por lo que hay que manejar el coche con suavidad.
Motocicletas
En los vehículos de dos ruedas el mal tiempo puede ocasionar muchos problemas por lo que debemos:
-
Utilizar botas, guantes y ropa resistente a las bajas temperaturas. Una persona que tiene frío reacciona con más lentitud; su falta de tacto en pies y manos provoca también que los mandos se accionen con mayor brusquedad.
-
Detenernos con frecuencia para desentumecer los músculos.
-
En las paradas tomar alguna bebida caliente y realizar ejercicios de calentamiento.
-
Aplicar algún tratamiento antivaho a la visera del casco para evitar que se empañe.
-
Para frenar, repartir el esfuerzo: el 60% en la rueda delantera y el 40% en la trasera. La rueda trasera bloqueada es mucho más fácil de controlar que la delantera.
-
Si comienza a llover, es preferible que detenerse hasta que la lluvia haya arrastrado el polvo y la grasa de la carretera.
-
La visibilidad de los coches se reduce, por lo que debemos encender las luces (es obligatorio).
-
Vestir prendas de colores llamativos para que los automovilistas puedan vernos fácilmente.
-
Procurar no pisar las marcas viales de la calzada, ya que son deslizantes.
-
Acelerar con suavidad si el suelo está mojado o frío.
Eléctricos
Pese a que pueda parecer lo contrario, el motor eléctrico es un gran aliado en situaciones de conducción con nieve y hielo y no debe generar mayores problemas. Salvando algunas características se deben seguir las mismas recomendaciones de conducción que en los vehículos de combustión ante situaciones de hielo y nieve en la calzada.
-
Presta especial atención al pisar el acelerador: utilízalo de manera adecuada para que el vehículo traccione. Acelera de manera suave y progresiva. El par que ofrece un vehículo eléctrico es habitualmente mayor que un vehículo con motor de combustión, y lo proporciona desde parado.
-
En la mayoría de los casos no habrá problemas de arranque por su motor eléctrico, incluso en muy bajas temperaturas.
-
El freno regenerativo evita que el vehículo patine. Utilizar el freno regenerativo/one-pedal-drive (conducción con un solo pedal) hace que la frenada sea más suave y progresiva.
-
Precalienta el vehículo antes de iniciar la marcha cuando aún esté conectado a la red de carga, así tendrás más energía durante su uso en carretera.
-
Vigila las baterías, con bajas temperaturas se descargan antes. En caso de que el coche quede largo tiempo inmovilizado por la nieve, no consumir toda la batería para calentar el habitáculo. Es preferible buscar resguardo y dejar una carga suficiente en el vehículo para poder reemprender la marcha cuando sea posible.
Rosa M. García Álvarez - Directora de Comunicación de CEA